La nueva forma de trabajar: el teletrabajo

El teletrabajo ha llegado a nuestras vidas. Y muy probablemente haya sido para quedarse. Desde hace años, se oía hablar de políticas y directrices que querían implantar, al menos en un tanto por ciento de horas, esta forma de trabajo en las empresas. Ha tenido que llegar una pandemia mundial para que esta metodología de trabajo se implante, en mayor o menor medida, en la vida de los trabajadores españoles.

Independientemente de cuáles hayan sido los motivos por los que se ha implementado el teletrabajo, existen una serie de ventajas, tanto para empresa como para trabajador, de optar por este tipo de metodología laboral.  

Crea un espacio de trabajo: 

Contar con un espacio de trabajo que sea sólo para eso, es decir, para trabajar, te ayudará a que tu mente se concentre mucho más rápido. Por ello, si no es posible contar con una habitación de la casa como despacho, ubica un escritorio en el salón o en una de las habitaciones donde puedas colocar el ordenador y el resto de elementos que necesitas para trabajar correctamente en un mismo lugar. 

Elimina distracciones:

Si estás trabajando y necesitas concentrarte, olvídate de tener ladrones de tiempo cerca de ti. Con ladrones de tiempo nos referimos al móvil principalmente, pero también es recomendable (si puedes permitirtelo) eliminar las notificaciones de tu ordenador y abrir sólo el email en momentos determinados

Planifica tu dia y haz pausas:

Mantener la motivación cuando trabajas solo, especialmente cuando no estás acostumbrado, puede resultar complicado. Aunque se tenga toda la jornada por delante, es fácil caer en la trampa de pensar que se tiene tiempo de sobra y acabar por procrastinar y perder eficacia.

Para evitarlo, planifica tus objetivos a corto y medio plazo si aún no lo habías hecho (aquellos que puedas lograr independientemente del confinamiento): tenerlos en mente te ayudará a mantener el foco y la motivación. A continuación, anota el conjunto de tareas necesarias para alcanzar esos objetivos, repártelas en tu calendario según tus prioridades y asígnate plazos. Pero sé realista con la cantidad de tareas que programas cada día, para evitar la frustración que provoca una lista eterna de tareas pendientes.

En cualquier caso, recuerda que no conviene pensar constantemente en el tiempo que queda de confinamiento, ya que esto puede aumentar nuestros niveles de estrés y ansiedad. Para evitarlo, trata de no proyectar tus tareas más allá de 4 o 5 días. Reserva también momentos durante la jornada para tomar pausas y dedicarte a otras actividades (consultar tus redes sociales, tomar un café o hasta poner una lavadora). Y muy importante: márcate una hora para dejar de trabajar.